Dieta basada en conseguir que el aporte enérgetico producido por la entrada de alimentos sea inferior al consumido por nuestro organismo, que compensa este balance negativo, tirando de nuestras reservas acumuladas en forma de grasas.

Podemos decir que es una dieta saludable y equilibrada en macronutrientes con tendencia a aumentar la ingesta de proteínas y reducir los hidratos de carbono y grasas.

El efecto que se consigue es una paulatina pérdida de peso que podemos acelerarlo si lo acompañamos de un moderado ejercicio físico diario para incrementar el gasto energético.